Aceite de oliva y helado: una combinación sorprendente
.png)
Carlos Martínez
Chef especializado en cocina mediterránea

Una combinación inesperada pero deliciosa
Cuando pensamos en helado, las combinaciones tradicionales que nos vienen a la mente suelen ser chocolate, vainilla, fresa o caramelo. Sin embargo, la gastronomía contemporánea está redescubriendo sabores menos convencionales que sorprenden gratamente al paladar. Entre estas innovaciones, el aceite de oliva virgen extra (AOVE) sobre helado es una de las más fascinantes.
Lo que en principio puede parecer una combinación extraña, se ha convertido en una tendencia gastronómica que está conquistando restaurantes de alta cocina y hogares de todo el mundo. Y no es para menos: el contraste entre la cremosidad fría del helado y la sedosidad del aceite de oliva crea una experiencia sensorial única.
El origen de esta tendencia
Aunque no se puede atribuir con exactitud quién fue el primero en combinar aceite de oliva y helado, esta práctica es común desde hace generaciones en algunas regiones productoras de aceite de oliva de España e Italia. Los agricultores y productores de aceite solían disfrutar de esta combinación como una forma sencilla de demostrar la calidad y pureza de sus aceites.
En la actualidad, chefs de renombre como Ferran Adrià o José Andrés han popularizado esta combinación llevándola a sus restaurantes y transformándola en sofisticados postres que juegan con texturas y sabores contrastantes.
¿Por qué funciona esta combinación?
El éxito de esta combinación se basa en varios factores:
- Contraste de temperaturas: El frío del helado y la temperatura ambiente del aceite crean una interesante sensación en boca.
- Texturas complementarias: La cremosidad del helado se potencia con la sedosidad del aceite, creando una sensación envolvente.
- Equilibrio de sabores: La dulzura del helado se equilibra perfectamente con las notas amargas y picantes de un buen AOVE.
- Riqueza sensorial: Los aromas frutados, herbáceos o especiados del aceite añaden complejidad al postre.
¿Qué tipo de aceite de oliva elegir?
No todos los aceites de oliva funcionan igual para esta aplicación. Lo ideal es seleccionar un aceite de oliva virgen extra de alta calidad con las siguientes características:
- Frutado intenso: Con notas a hierba fresca, tomate, manzana o plátano.
- Picante suave a moderado: Un ligero picor en garganta puede resultar muy interesante.
- Equilibrado en amargor: Un amargor demasiado intenso podría resultar desagradable.
- De cosecha temprana: Los aceites de principio de campaña suelen tener perfiles aromáticos más intensos.
Entre las variedades que funcionan especialmente bien están la Arbequina, por su dulzura y notas a plátano y manzana; la Hojiblanca, por sus matices herbáceos; o la Picual, por su intensidad y complejidad aromática.
Recetas para disfrutar del aceite de oliva con helado
Helado de vainilla con AOVE y flor de sal
La receta más sencilla y probablemente la más deliciosa. Necesitarás:
- 2 bolas de helado de vainilla de buena calidad
- 1-2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Una pizca de flor de sal
- Opcional: ralladura de limón o naranja
Preparación: Servir el helado en un cuenco frío. Justo antes de servir, rociar con el aceite de oliva formando hilos sobre el helado. Espolvorear con una pizca de flor de sal y, si se desea, un poco de ralladura de cítricos. Servir inmediatamente.
Helado de aceite de oliva casero
Para los más aventureros, pueden elaborar su propio helado de aceite de oliva. Esta receta requiere heladera:
Ingredientes:
- 500 ml de nata líquida para montar (mínimo 35% de grasa)
- 250 ml de leche entera
- 150 g de azúcar
- 6 yemas de huevo
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra de calidad
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 pizca de sal
Preparación:
- Calentar la leche con la mitad del azúcar a fuego medio sin que llegue a hervir.
- En un bol, batir las yemas con el resto del azúcar hasta que blanqueen.
- Incorporar la leche caliente poco a poco a las yemas, sin dejar de batir.
- Devolver la mezcla al fuego y cocinar a temperatura baja, removiendo constantemente, hasta que espese ligeramente y cubra el dorso de una cuchara.
- Retirar del fuego y dejar enfriar. Luego refrigerar durante unas 4 horas o toda la noche.
- Incorporar el aceite de oliva poco a poco, batiendo constantemente para integrarlo bien.
- Añadir la vainilla y la pizca de sal.
- Verter en la heladera y seguir las instrucciones del fabricante.
El resultado es un helado de color amarillo pálido con un sabor complejo donde el aceite de oliva aporta un matiz muy especial.
Helado de chocolate negro con AOVE y pimienta rosa
El chocolate negro es otro gran compañero para el aceite de oliva.
- 2 bolas de helado de chocolate negro
- 1-2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Bayas de pimienta rosa ligeramente machacadas
- Opcional: un toque de sal ahumada
Preparación: Servir el helado de chocolate, rociar con el aceite de oliva y espolvorear con la pimienta rosa. La combinación del amargor del chocolate, la frutalidad del aceite y las notas cítricas de la pimienta rosa crea un postre muy sofisticado.
Maridajes perfectos para completar el postre
Para elevar aún más esta experiencia, se pueden considerar los siguientes maridajes:
- Vinos dulces: Un Pedro Ximénez, un Moscatel o un vino de hielo son excelentes acompañantes.
- Café: Un espresso intenso contrasta magníficamente con la dulzura del helado y la untuosidad del aceite.
- Tés: Un té verde o un té blanco con notas florales pueden complementar los aromas herbáceos del aceite.
Beneficios nutricionales inesperados
Aunque se trata de un postre, esta combinación aporta beneficios nutricionales que no encontramos en otros dulces:
- El aceite de oliva aporta ácidos grasos monoinsaturados, beneficiosos para la salud cardiovascular.
- Los antioxidantes presentes en el AOVE (polifenoles, vitamina E) permanecen activos incluso cuando se consume con alimentos fríos.
- La grasa saludable del aceite ayuda a la absorción de algunas vitaminas presentes en los ingredientes del helado.
- El aceite añade saciedad al postre, lo que puede ayudar a controlar las porciones.
Consejos para servir
Para disfrutar al máximo de esta combinación, ten en cuenta los siguientes consejos:
- Sirve el helado bien frío pero no completamente congelado.
- Añade el aceite justo antes de servir, para que no se solidifique.
- Utiliza cuencos o platos fríos para servir.
- La porción ideal es de 1-2 cucharadas de aceite por cada 2 bolas de helado.
- Experimenta con diferentes variedades de aceite para descubrir tus combinaciones favoritas.
- No recalientes ni reutilices el aceite que hayas servido en el postre.
Conclusión: una tendencia que ha llegado para quedarse
La combinación de aceite de oliva y helado es mucho más que una moda pasajera. Representa una forma innovadora de apreciar uno de los productos más emblemáticos de la dieta mediterránea, descubriendo nuevas facetas de su versatilidad.
Además, es un excelente ejemplo de cómo la gastronomía puede sorprendernos con combinaciones inesperadas que desafían nuestras preconcepciones sobre qué sabores "deberían" ir juntos.
Te animamos a experimentar con diferentes variedades de aceite de oliva y tipos de helado. ¡Es posible que descubras tu nuevo postre favorito!
Comparte este artículo: